EL NOTARIO EN LA VIDA NACIONAL – La fe pública
En noviembre de este año, el programa de televisión Clío dedicó un episodio al trabajo y retos de los notarios en México, llamado: El notario en la vida nacional. La transmisión contó con la participación de notarios, ministros y especialistas de las instituciones más representativas del trabajo que estos especialistas en derecho y tributación realizan en nuestro país.
Este texto nace a partir de las ideas expuestas en el programa con la intención de ser un detonante para las preguntas que todo estudiante debe hacerse o aclarar dudas que cualquier particular pueda tener con respecto a nuestra profesión.
Not. Alfredo Bazúa Witte/Notario 230 de la Ciudad de México
LA FE PÚBLICA
La existencia de los notarios es tan antigua como la humanidad misma desde que se asentó en grupos pero su actuar ordenado y formar tiene primeras documentaciones durante en el Imperio Romano. En México, 500 años antes de la Conquista los notarios, después conocidos como escribanos, contribuían ya a dar testimonio de los actos más significativos de la vida pública, primero de los hombres y más tarde, cuando fueron creadas, de las instituciones. Desde entonces, los notarios mexicanos apoyados en nuestro conocimiento del derecho, en la solvencia jurídica y moral que guía nuestro actuar, enfrentamos el reto de adaptar los valores de eficacia y profesionalismo a la complejidad del mundo moderno.
El papel de los notarios siempre ha permitido que las transacciones, tales como actas, poderes, testamentos, compra-venta de bienes e inmuebles y otros, que se celebran entre actores públicos y privados se resuelvan otorgando certeza jurídica. Esta facultad, la de otorgar certeza jurídica, nos es brindada por el Estado para que ciertos actos y circunstancias tengan autenticación para ser válidos frente a la ley. Las personas pueden contar así con un testigo avalado por el estado para dar fe pública y seguridad a sus bienes y a sus negocios.
La fe pública, es para la Dra. Margarita Beatriz Luna Ramos, Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, “dar certeza de que el acto que tenemos frente a nosotros es cierto, es correcto y es seguro. La idea fundamental es la certeza jurídica.”
El notario José Antonio Manzanero Escutia, presidente del Colegio Nacional del Notariado en México, complementa la definición al apuntar que la fe pública busca que “la gente tenga certeza en su patrimonio, que en sus relaciones jurídicas haya seguridad de que cuando uno negocia o hace cualquier acto jurídico sepa que lo que está haciendo está conforme a derecho que no incumple con disposiciones y que cumpla a su vez con otras tantas en materia administrativa y tributaria”.
Para el notario Adrián Iturbide Galindo, ex presidente del Colegio Nacional del Notariado en México, el notario es un especialista que ejerce su profesión en forma libre, autónoma e independiente pero que al mismo tiempo ejerce una función de orden público al estar facultado con un atributo que solo el Estado puede otorgar: la fe pública.
La certificación que damos, permite a las personas acordar y contratar con otras confiando que las operaciones realizadas y los resultados de ellas están en el marco de la ley y por lo tanto el pago realizado por esa certificación está justificado por la seguridad que brinda de cara al futuro. “Si alguien está exponiendo su patrimonio para obtener un bien o vender un bien o un servicio lo que quiere es que ese contrato sea válido para él y su contraparte y que además sea oponible a un tercero”, señala Luna Ramos para resaltar el fin de la autenticación.
Empresas, instituciones y asociaciones civiles se acercan a los notarios para proveerse certidumbre legal, pero también particulares (hombres y mujeres) cuando se trata de asuntos relevantes que involucran su patrimonio familiar.
El Dr. Ernesto Cervera Gómez, director general de la UVAX México, apunta que hay innumerables de casos que sirven de ejemplo para hablar de familias que han dedicado décadas a conformar un patrimonio, a adquirir propiedades, y simplemente no están protegidas.” Cuando se dan cuenta no están registradas bajo la firma de un notario y evidentemente tampoco frente al Registro Público de la propiedad. Esa es un función fundamental de los notarios: asegurarse que los derechos que tienen las familias sobre la inversión y el patrimonio que han desarrollado a lo largo del tiempo estén legalmente protegidos para cualquier pleito que pueda haber en el futuro”.
Es la fe pública una facultad de los notarios que constituye el eje central de las funciones que desarrollamos diariamente.
Para ver el programa completo, favor de consultar el canal de Youtube del
Colegio Nacional del Notariado Mexicano: http://cort.as/-CSjx